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Los aceites de oliva vírgenes son extraídos por procesos mecánicos o físicos que permiten obtener el “zumo” de la aceituna de forma natural. Cuando se obtiene una acidez menor o igual a 0,8% se denomina aceite de oliva virgen extra y con un grado de acidez menor o igual a 2%, se denomina aceite de oliva virgen. Nuestro aceite de oliva FINCA SARDI presenta acidez igual o inferior a 0,3%, la cuál es la más baja del mercado, otorgándonos así, la mejor calidad en aceites. El aceite de oliva virgen extra es, dentro de los aceites de oliva vírgenes, la categoría de aceite de oliva de mayor calidad. Para que un aceite de oliva virgen se considere extra debe cumplir dos condiciones: Una de carácter químico, resumido en el porcentaje de acidez, y otro de carácter organoléptico, es decir, de sabor y aroma, que se comprueba mediante cata. A muchas personas les sorprende que para clasificar el aceite de oliva virgen extra sea necesaria una cata. De hecho es un requisito para poder clasificar todos los aceites de oliva vírgenes porque, al ser zumos de fruta, gran parte de su calidad reside en sus aromas y sabores, y, por ahora, ningún instrumental de laboratorio es capaz de medirlos tal y como los mide la nariz humana.
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